lunes, 14 de marzo de 2016

Se busca regularidad (Colon 4 vs River Plate 1)

River, River Plate, Goleado, Colon, Santa Fe, 2016
Festejan otros, la postal que se repite en el campeonato
No hay excusas. No es cuestión de buscar excusas por ausencias en base a causas diversas. Es simplemente que ninguna de las líneas de River ante Colón funcionó a la altura.

Hablar de méritos del conjunto de Colón es también confuso. Ninguno de los dos había hecho algo suficiente como para merecer algo más que el otro. Todo ésto plasmado en una mitad de cancha donde en River, Domingo peleaba en soledad, Lucho no imponía su finura en la salida desde atrás, y los tres zurdos no podían imponer su habilidad y potencia, léase Pity, Nacho Fernández y D'Alessandro. Como consecuencia, Alonso solo fajándose con Conti y Venegas sin éxito. Mientras que en Colón hubo una jugada astuta desde el banco, establecer una supremacía ingresando Bastía. Ahí no sólo ganó en la lucha y presión, sino que soltó a su as Alan Ruiz.

Porque después del gol definiendo con calidad de Mammana, el diez rival entendió que moverse por todo el frente y dejar como una falsa referencia a Sperduti desorientó a la defensa y abría espacios. Su primer gol fue una búsqueda propia, precisamente tras un pivoteo de quien menos condiciones de pivoteador tiene como el ex Newell's. Ruiz buscó el hueco justo, y el empate transitorio que determinaba justicia.

La falta de precisión, el desajuste y equipo largo de Gallardo dejaba huecos para aprovechar. Domingo queda más solo aún tras la expulsión de Nacho y así quedaba todo más expuesto, como un desborde de Figueroa por izquierda que encuentra a Sperduti solitario anticipándose en el área a los centrales y a una salida débil de Barovero. El que se duerme las paga, como la marca en línea que derivó en el tercer gol de Colón por parte de su figura Ruiz. O también la carencia de opción de pase, recurrir a tiempos de más y al revoleo contra un equipo al que su técnico le pide presión constante. Barovero es un gran atajador, pero con sus pies muestra cuan humano es tras ese error, el segundo en 45 minutos para el cuatro a uno.

River no perdió el eje. Se centró en que no siempre se pueden remontar las cosas. La pregunta para el entrenador es qué pasa que no se puede mantener una regularidad que en otros momentos eran sellos letales para quien se cruzara en el camino.


por Matías Prado
Ex Clarín Deportes

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