lunes, 13 de abril de 2015

Un grito merecido (Argentinos Jrs 1 vs River Plate 2)

Boyé grita el gol del triunfo en la cancha de Argentinos Jrs
Millones de personas utilizando una misma expresión a eso de las 22.50 horas del domingo 12 de abril: Al fin vos. Y es lógico, porque es notorio su esfuerzo y su calidad al servicio del equipo, pero todo ésto enmarcado dentro de la famosa frase "faltan cinco para el peso". Es el inicio de su carrera, y Lucas Boyé promete.

De mucha riqueza técnica sumado a su gran porte, el juvenil delantero siempre tiene claro lo que quiere. En los casos en los que se nubla son por su propia frustración respecto de su karma: la culminación de la jugada, dictaminar sentencia al arco, definir. No es un típico número nueve, pero siempre tiene espacio y tiempo para fabricarse sus propias situaciones gracias a sus características, pero la cuenta de los goles no va acorde a tal cosa. En muchos casos por milésimas, pero no va. La experiencia y el ruedo irá emparejando las cosas.

Gallardo tiene definido en este 2015, más allá de momentos actuales, cómo está distribuido, en base al contexto, las delanteras para ambos torneos. Teo y Mora a la copa, Cavenaghi y Driussi o Boyé para el campeonato local. Y resulta positivo su aporte, sin contar el partido con San Lorenzo donde costaba llegar ante un planteo tan conservador, con Gimnasia y con Argentinos contribuyó para que el equipo encuentre la victoria. En Gimnasia, su desequilibrio para ir en busca de la victoria fue demasiado para Benítez, Barsottini y compañía. Y ante Argentinos fue lo mismo, una réplica. Porque situado unos metros más atrás para dejarle espacio a Cavenaghi dentro del área, se situó en las espaldas de Ledesma y tirándose también a los costados. Allí busco siempre encarar hacia adelante, buscando los mano a mano con Franco Flores y Torrén. Así fue como recuperando una pelota e iniciando una contra, la dejó y buscó el espacio, donde Torrén lo perdió y aplicando ahora sí el manual del arte de la definición dar ese grito, ese alarido, pero esta vez de alegría.

Un gol que vale mucho. Porque de esta manera River está en el grupo de punteros junto con Boca, San Lorenzo y Rosario Central. También que sirve para espantar demonios de la cabeza ante tantos problemas en algo determinado y esencial en el fútbol como el convertir un gol. Pero sobre todo levanta ánimos para encarar el futuro cercano del miércoles, donde lo único que sirve para pasar de fase es ganar y esperar a que en Perú las cosas salgan en favor de River. Mientras, Boyé brinda su potencial para un River mejor.


por Matías Prado 
Ex Clarín Deportes

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