martes, 17 de marzo de 2015

Seguridad se busca (Arsenal 3 vs River Plate 3)

Marcelo Gallardo; Gallardo; Preocupado; River; River Plate;
Gallardo no encuentra solución a los problemas del equipo
Sobreabundancia, mal consejera. River es hoy un equipo que navega entre la incertidumbre del hacer y cómo debe hacerlo. Mientras tanto, en el afán de utilizar todos sus recursos, o los mejores a disposición, en pos de lograr concretar sus deseos ofensivos, se boicotea. Un sistema defensivo en jaque.

Son conocidas las características de este Arsenal. En una especie de continuación de Alfaro a Palermo, los de Sarandí eligen la contra como sistema de ataque, con líneas replegadas al momento de la defensa y explosión intensa y ordenada por las bandas. Ordenada porque el despliegue de uno, o los laterales si quisiera, está respaldado por las coberturas de los incansables Marcone y Zaldivia, Sumado a los desequilibrios de sus volantes externos de turno, Burzio y Carrera, más la contribución al equipo para la finalización de las jugadas como Muñoz y Campos Toro o también para ser la primer presión en la salida,

River a todo ésto esperaba desde el desbalance. Producto de esa sobreabundancia en la idea ofensiva. Retrasar a Ponzio, soltar a Mercado y Vangioni a la vez, con centrales erráticos y faltos de eficacia, el descontrol esta vez no productivo de Sánchez, achique no coordinado desde el fondo más la falta de apoyo en la cobertura de la zona de explosión del Pity Martínez, dejaban a Arsenal todo a su merced. Demasiados expuestos Pezzella, Funes Mori y Ponzio.

Descontemos el fallo puntual que tuvo el árbitro Darío Herrera en la falta no cobrada de Muñoz a Funes Mori que deriva en el primer gol de Carrera. El ataque al espacio del volante con extrema soledad viene como consecuencia del mal cierre de Mercado, quien nunca se decidió qué defender.
El oasis del golazo de Martínez, que provocó poco contagio en sus compañeros ya que River no encontraba argumentos para derrumbar al rival, se evaporó en una nueva falencia. Damián Pérez fue lo inteligente que Mercado y Pezzella no, porque se puede tener paciencia para esperar al atacante, pero acto seguido viene el apriete, el intento aunque sea de quite. Nada de eso. Golazo y a sacar del medio. Tras eso, una vez más la falta de sincronización defensiva para que Carrera haga en una estancia lo que quisiera con Pezzella. Desequilibrio en velocidad y magistral definición. Saca RIver otra vez del medio.

Todo conocedor de estas historias sabe lo que venía a continuación. Un River intentando imponer sobre todo sus jerarquías individuales en beneficio del equipo. O sea, salir a buscar el resultado. Para que sean para el equipo se tendría que haber visto un juego mejor en el conjunto de Gallardo. Y eso es uno de los rubros en el que hoy hay carencias. Mientras tanto, del tridente que deslumbrara hace seis meses, Mora es el único que entiende hoy de las urgencias por las que pasa River en este momento. Y aparece. Lee. Aprovecha. Busca. Encuentra. Ese pelotazo a la nada termina siendo una oportunidad, nada difícil de concretar por cierto. Pero no es la primera vez que le vemos hacer lo que hizo. Andrada la miró nomás entrar por encima de su humanidad. La historia aún no tenía sentencia.

Arsenal pudo aguantarlo. No cuenta con suficientes recursos para defenderse con el balón, pero sí como contamos anteriormente, con la coordinación y el adoctrinamiento defensivo. Sólo Mora y Martínez eran un síntoma de preocupación que nunca pudieron cortar por lo sano. Ese mérito en ellos surte efecto a fin de cuentas con una contra, falta al Pity y excelso tiro libre del uruguayo. Empate y justicia para quienes más hicieron, y mejor.

River evidencia problemas de funcionamiento. Podrá tener nombres propios identificados con la frescura requerida por Marcelo Gallardo, que después analizará con qué entorno serán mejor explotados. Pero el déficiti mayor radica en que no puede amigarse con el cero en su arco. Precisa que el conjunto logre asentar firmemente las premisas defensivas, esas que contra Arsenal no se vio ni una. Mientras la seguridad defensiva divaga. Por ahí. Extraviada.



por Matías Prado
Ex Clarín Deportes

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