El socio de River Plate, ese que en algunos años puede transformarse en vitalicio y hoy no puede ir a la cancha, cada día se hace escuchar más.
Desde hace algunas semanas, la dirigencia de River está haciendo un relevamiento entre los socios para conocer su opinión sobre el proyecto de remodelación del Estadio Monumental y se topó con una amarga sorpresa. Los socios de forma casi unánime y desviándose del tema principal se expresan en contra del abono antiestatutario de D'Onofrio.
La mayor queja es que, cuando anunciaron el abono, los dirigentes aseguraron que era porque no había lugar para todos los socios que querían ir a la cancha, algo que se descubrió falso y son miles de adherentes a Somos River que hoy pueden sacar una entrada.
Incluso peor, para el superclásico de la Sudamericana, un socio sin abono quedaba relegado a un tercer lugar luego de los socios con abono y los afiliados a Somos River, que no son socios. Sus derechos? Allá quedaron, en la campaña.
Pero prestemos un minuto de atención a Somos River, el lanzamiento de Marketing de Julio pasado que prometía ser una de las grandes fuentes de financiamiento del club. Antes de su lanzamiento, en el club aseguraban que iba a recaudar "como un sponsor", o sea, $26 millones aproximadamente. Con motivo del cumplimiento de los primeros seis meses, el club anunció que ya lleva recaudados $9 millones, el 35% de lo esperado en un año. Esto esclarece el número de adherentes: 24.000 hinchas pagan $65 por mes. Y, según fuentes internas del club, una cifra un poco menor serían los socios que se sumaron.
El cuadro se completa con una novedad poco positiva para los socios: en marzo perderán todos los beneficios exclusivos que supieron cosechar como socios a manos de esta Comunidad. Esto significa que un socio de River ya no tendrá, por ejemplo, ningún beneficio en el Adidas del Monumental si no hizo el trámite online y retiró su Documento Riverplatense, proceso que hoy tarda meses en concretarse. Sin embargo, hay que ser justos y decir que Somos River es gratis para los socios y tiene muchos más beneficios de los esperados.
El problema se suscita en las finanzas. La promesa de los $26 millones exige que la comunidad termine el año con más de 50.000 adherentes que paguen sus $65 mensuales. De lo contrario hay dos alternativas, aumentar el monto mensual o cobrarle también a los socios, sumando otro costo más a la cuota y el abono.
La pregunta que sobrevuela el Mundo River es si tendrá algún costo político esta movida. Porque, después de imponer un abono antiestatutario, crear al "Defensor del Socio" quien aún no resolvió ningún caso al respecto, crearon esta comunidad a la que la inmensa mayoría de los socios le fue esquiva y producto de la cual en marzo se quedan sin beneficios, la respuesta parece ser negativa al menos políticamente. Porque al final del mandato, los únicos que votan son los socios.
Sin embargo, la dirigencia viene trabajando en una medida al respecto, la reforma del estatuto de River Plate, una herramienta muy desactualizada. Sin prisa pero sin pausa, la dirigencia analiza cómo será la reforma y si modificará derechos y obligaciones de los socios, además de los cambios obvios en las categorías de los asociados al Club.
De esta forma, el entorno de D'Onofrio estaría dispuesto a avanzar con el cambio de reglas en la Institución. La pregunta que nadie respondió aún es si luego de la reforma los miembros de Somos River podrán votar. El cálculo político del que nadie duda dice que Somos River es la espada de Damocles que pende sobre las aspiraciones de la oposición.
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