domingo, 5 de julio de 2015

Esta Copa no se deja (River Plate 0 vs Rosario Central 2)

Gallardo, preocupado
El inicio de un semestre cargado de competencia llena el vaso de ilusiones de triunfos. De gloria. Esa que éstos jugadores vienen cosechando desde la última era de Ramón, con las idas y venidas de jugadores correspondientes. Pero hay una que es esquiva. Así como el sistema de la Copa Sudamericana conseguida el año pasado, el de la Copa Argentina es el todo o nada. Y a River le tocó quedarse con nada.

Si hay algo que aliviana tal cosa, es haber quedado afuera con uno de los mejores equipos del primer semestre en la elite de nuestro fútbol. Este Rosario Central es una mezcla de juventud plasmada en Aguirre, Montoya y Cervi; la experiencia de Caranta, Donatti, Alvarez y Domínguez, y por último aquellos emblemas que regresaron al Canalla en una versión mejorada, léase Villagra y, especialmente, Marco Ruben.

Contra esta mezcla precisa made in Chacho Coudet perdió este River que también propuso. Propuesta contra propuesta, quizás el mejor aperitivo para la final de la Copa América entre Argentina y Chile dentro de unas horas. Porque el conjunto de Gallardo tuvo en el desequilibrio y la verticalización del Pity Martínez (del cual se espera que nos deleite con ésto en muchos más partidos), en ese despliegue y talento que tanto extrañará de Mora post Libertadores y en el aporte de Sánchez para que el partido estuviera a la par de su rival. Pero chocó contra la eficacia de Caranta, uno de los baluartes del triunfo del equipo rosarino.

Central no fue apabullante. Ni en el juego ni en el peligro brindado hacia el arco de Barovero. Pero su mérito fue saber encontrar la clave. Balanta de una larga inactividad y Vangioni en falsa escuadra respecto de su retroceso provocaron la zona liberada para que Cervi lo anticipe al colombiano y para que luego Maidana le convirtiera el penal a Ruben y que él cambió por gol. Luego el nueve rosarino se disfrazó del Milito de Racing. Todo simple y concreto. Pivotear, pase al compañero y en el área total sometimiento hacia los defensores de River. Así la cabeza en algún momento estalla, razón por la cual innecesariamente Maidana fue expulsado en el primer tiempo.

River intentó siempre buscar el empate, tanto después del primer gol como en el complemento. Central se dedicó más a esperar y aprovechar el ancho de la cancha con Montoya y Aguirre. Pero la chance de ese segundo gol no llegaba porque River no tiene en su repertorio achicarse en la desventaja, a pesar de quedarse sin su otro defensor central, Balanta, al ser expulsado. Y, cuando el partido era sufrimiento e indecisión respecto del resultado, Aguirre se deshizo de todo eso escapándose de Sánchez y metiendo desde el lado izquierdo un remate desde tres cuartos de cancha tan preciso como fantástico al segundo palo de Barovero. Golazo.

Y así se diluyó rápido esta historia para River. Como dijera su capitán ayer, son varios los frentes a los que este equipo se debe dedicar y no se pueden permitir caerse. El fútbol te da y te quita. Será que en este 2015 esta bendita copa no tenía que ser. Ya se dará.




por Matías Prado
Ex Clarín Deportes

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