sábado, 2 de mayo de 2015

Boca vs River: Esto no es previa

El último gol en la cancha de Boca, inolvidable
La palabra lo marca: Superclásico. No sólo único en el mundo, único por el término que se utiliza, bautizado por el gran Juan José Lujambio, para denominarlo. Comienza la seguidilla, primero en lo doméstico, con cierta paridad.

Es en éste punto donde radica la importancia absoluta del encuentro a disputarse el domingo. En consonancia, desechar absolutamente la teoría de la especulación. El peso mismo de ambas camisetas lo impide. No importa que el jueves empieza a dirimirse la continuidad o no en la Copa Libertadores. Por más que el torneo de acá sea largo, una vez ya llegados a la cima como es el caso de ambos equipos, es vital mantenerse para no quedar atrás en ese pelotón de cinco equipos que completan Belgrano, Rosario Central y San Lorenzo.

Y en el plano futbolístico también se deja en claro que se apuesta a ganador por parte de los entrenadores. Pueden cambiar las circunstancias en cada equipo, pero mantienen su esencia. Boca se dirime en su abundancia en los puestos del mediocampo, pero ninguno de los mencionados pueden ser ubicados como suplente. Después, no hay muchas más sorpresas. El Vasco no cambia ni de nombres ni de esquemas, por lo que lleva a Boca a apostar a ser protagonista y a ganador, como lo marca las estadísticas en estos cinco meses que lleva ya el 2015. Y River, desde la escasez, no puede variar mucho en los nombres propios porque fueron en sí las mismas caras las que afrontaron las dos competencias. Puede cambiar el esquema, Gallardo ha hecho pruebas en la defensa sobre todo pensando en una línea de tres con Maidana, Pezzella y Funes Mori; pero la gran discusión es la elaboración de juego (Pisculichi o el Pity Martínez) y el acompañante de Mora
(Cavenaghi, Teo o Driussi). En todas sus formas y aunque no haya definiciones, el técnico decidirá entre las mismas dudas que se fueron suscitando fecha tras fecha en base a las dos competencias. Y aunque haya mermado el rendimiento de River, que va hacia arriba cuando le gana a San José de Oruro para clasificar a octavos de la Copa y que se embriaga de confianza, pero que se derrumba en la floja actuación que tuvo ante Huracán por la Supercopa Argentina.

La trilogía comienza. En un encuentro más próximo que no es definitorio pero los dos siguientes sí, llega en breve la hora de poner los pies sobre la tierra. Como hizo Arruabarrena. Como hizo Gallardo. El primer partido por los porotos. Nada de previa. Ahora tan solo resta jugar.



por Matías Prado
Ex Clarín Deportes

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