jueves, 3 de abril de 2014

El operativo de seguridad, ¿de quién nos cuida?

Ayer Horacio, socio, fue junto a sus hijos a ver a River como todos los domingos pero no iba a ser un domingo cualquiera. Ante tanto maltrato por la puerta de Udaondo, deslizó un "no saben hacer un operativo" sin dirigirse a nadie en particular ni gritarle a nadie, cuando pasó el control. Inmediatamente se quedó ciego. Un policía había lo había rociado con un spray dejándolo ciego. Solo fue socorrido con agua por otro hincha al que antes le habían hecho lo mismo.


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El maltrato en los operativos de seguridad
                                                                                                            ph: Hernan Zin
Carlos, abonado del club, invitó a la cancha a su sobrino para acompañarlo junto a su hijo, ambos menores. Fue caminando por F. Alcorta mientras, como él nos dijo, lo trataban "como vacas de corral". En la agresión permanente de la seguridad por ese ingreso, uno de los efectivos de seguridad de TECH3 comenzó a golpear con la mano abierta al sobrino de Carlos quien fue a su rescate. Su porte de 1.80mts y 110kg disuadieron al efectivo de lo que estaba haciendo. Normalizada la cuestión, un policía le justificó a Carlos así: "Dejalo, tuvo un mal día".

Rodrigo, ayer fue a la cancha con su hijo de 2 años y su hermano. En el primer ingreso, fue golpeado con su hijo en brazos por un Policía y ante su reclamo al jefe de esa parte del operativo la respuesta que recibió fue "Qué me importa! Circule!" y otro le gritó con todo irónico "Si quiere hacer la denuncia, puede dirigirse ahora a la Comisaría". En el segundo control, ya había una fila de mujeres y otra de menores, pero la de menores no estaba habilitada para acompañantes. Resultado: se retrasaba todo el proceso de ingreso.

Estos tres casos ilustran lo que ayer fue un operativo nefasto. Un operativo que le costó a River Plate la suma de $550.000 por los 800 policías y $250.000 por los 300 efectivos de TECH3, ambos números imposición de los Organismos de Seguridad, a la que River no tiene posibilidad de oponerse. El mismo Comité fue el que decidió que los operativos se pagan antes de los partidos. Si uno tiene en cuenta que River también tiene el costo de infraestructura (vallados, por ejemplo), la apertura del estadio para nuestro club tiene un costo operativo de alrededor de $1.000.000, con una recaudación como la de ayer de tan solo $1.300.000 en un partido en el que se agotaron todas las entradas. 

Datos para contrastar estas cifras: en el partido vs Godoy Cruz, River recaudó alrededor de $500.000, a un club de barrio como All Boys la seguridad lo obliga a disponer de 300 policías que tienen un costo para ese club de $150.000. O sea, River Plate con Godoy Cruz perdió dinero y All Boys no logró sacar un gran número después del partido con River. 

Es verdad que los clubes sumaron deudas millonarias con la Policía y que no tuvieron alternativa a pedir pago adelantado para asegurar que los efectivos puedan cobrar. Si ponemos a River de ejemplo, Passarella, entre su herencia, dejó una deuda con la policía de $3.000.000 -ya saldada- por más de una decena operativos policiales ya que cada uno tenía hasta el año pasado un costo de $200.000. Hoy ese costo, asciende a los $550.000 mencionados anteriormente.

Ahora bien, la llegada de D'Onofrio al club cambió varias cosas. En los primeros partidos, este cambio también se había visto en los ingresos pero ayer fue un verdadero caos que incluso se notó en redes sociales. Desde el Club afirman que es imposible que se haya generado algún problema por parte del Club ya que ellos no pueden decidir cuántos efectivos ni se puede demorar el pago. Claramente, no está ahí el origen del caos.

Jorge Brito, Mensaje Directo, Twitter, Operativo de Seguridad, River, River Plate, 2014,
El Community Manager de Brito
responde los mensajes y
complica al dirigente.
Los hinchas mientras ingresaban se quejaban e incluso le gritaban a los efectivos. Una queja se repetía entre los gritos era "¿de quién nos cuidan si no hay visitantes?". En la entrada de Udaondo alguien, con sarcasmo, respondió "De ellos mismos, si son ellos los que nos pegan!". Lo que parecía una humorada toma sentido cuando los clubes insistentemente ponen sobre la mesa que si no hay incidentes en los ingresos debería disminuir la cantidad de efectivos partido a partido y concentrarse en simplemente evitar que los que no tienen entradas o tienen derecho de admisión ingresen a los estadios. 

Si en el último partido de local, algunos hinchas pasaron con facas y cientos de carnets sin problema, será que es negocio que los operativos de seguridad sean los que creen los disturbios para justificar y acrecentar los mismos operativos? Varios dirigentes de diferentes clubes coinciden en la respuesta, pero esta respuesta no la pueden dar en público. 

Al fin de cuentas, la (in)seguridad también es un gran negocio. 

2 comentarios :

alberto dijo...

AL FIN UN DIRIGENTE QUE HACE COSAS POR LOS SOCIOS y que nos cuide!!!!

Anónimo dijo...

Tb se ve que los de seguridad privada hacen entrar gente sin entrada previo pago a ellos obvio