River Plate iba a Avellaneda con la "ilusión" de volver a ganar. Si, leyeron bien. Porque a esta altura es una ilusión ganar. Nueve partidos sin triunfos hacían extrañar ese triunfo de visitante frente a Lanús, algo realmente extraño para nosotros, los hinchas.
El primer tiempo arrancó con un River descolocado. Parecía que Racing estaba jugando una final y el once de Ramón un entrenamiento. Tanto es así que a los 13 minutos, después de un tiro libre y con un Barovero atónito debajo de los tres palos, Zuculini cabeceó sólo entre dos jugadores de Racing para empujarla con la cabeza. Nadie marcó a nadie y lo fusilaron al uno de River. Después del gol, Racing siguió atacando hasta que finalizando el primer tiempo se despertó River, un equipo sin ideas pero con empuje.
El segundo tiempo fue más parecido al primero con dos diferencias: cuando Racing lo tuvo, no le embocó al arco y River reaccionó rapidamente. El resto igual con el agravante de la nueva expulsión de Balanta, injusta hay que decirlo. River empujó y empujó, sin ideas, sin claridad, sin un esquema de juego. Los hinchas que, por la disposición vigente, no pueden ir a la cancha despotricaban en las redes sociales. Ya con Passarella prácticamente desvinculado del mundo River, los hinchas despotricaban contra los jugadores y Ramón, a quien cada vez le apuntan más.
Quizás lo único rescatable del partido haya sido el ingreso de Aguirre, un jugador que las dos primeras veces que tocó la pelota, demostró que ve otro juego. Pases en profundidad que dañaron a la defensa de Racing, eso que le venimos pidiendo hace rato a Fabbro y Lanzini. Desde luego que no es un 10, pero claramente marcó el camino del juego que extrañamos los hinchas que vimos más que un campeonato en 2008.
En la era Era Aguilar y Passarella supimos ver cómo se rompieron varios récords positivos como las rachas de no perder con Boca, Racing o Independiente en el Monumental o nunca haber perdido con un venezolano. Otros negativos como salir últimos o descender. Hoy estamos en la puerta de romper -lamentablemente- otro: hacer menos de 16 goles en un campeonato. Ni siquiera el River último de Simeone marcó tan poco. Muy caro para un DT que se especializaba en romper redes.
Ramón llegará al último partido en Núñez con una deuda gigante, que causa un dolor sólo aliviado porque "los de enfrente" parece que resignaron sus posibilidades y las elecciones que levantan una polvareda tan espesa que no deja ver que River está haciendo una campaña de descenso.
lunes, 25 de noviembre de 2013
Racing 1 vs River Plate 0: Rompiendo Récords
Foto: LPM
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1 comentario :
este River es el peor de la historia, sin dudas. Es peor que el de JJ López (descenso) y el de Simeone (últimos) porque juega peor y convierte menos goles.
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