jueves, 24 de octubre de 2013

Rafaela 0 vs River Plate 0: Sal, Sal, Sal

A River no lo dejan mojar. El Millonario empató sin goles con Rafaela en Santa Fe, producto de dos gravísimos errores cometidos por la terna arbitral.

En un partido en donde existió un solo protagonista, River tuvo todas las chances para volver a Buenos Aires con los tres puntos en el bolso. Hubo juego asociado, hubo voluntad netamente ofensiva pero volvieron a fallar los artilleros. Esta vez no se le puede reprochar al equipo de Ramón ni falta de actitud ni falta de esfuerzo.

River llegaba y llegaba continuamente al arco del portero de Rafaela, el local tuvo una sola chance de convertir en todo el partido. Las pelotas más importantes fueron el cabezazo de Carbonero que impactara en el travesaño, el gol mal anulado a Mora tras una habilitación lícita del colombiano que no estaba adelantado, otra del uruguayo frente al arco -demoró en definir- y por último, ya en el complemento y a pocos minutos del pitazo final, un gol de Alvarez Balanta tras empujar una pelota que le quedó en los pies, producto de un tiro de esquina, donde quedó perfectamente habilitado por un rebote en el jugador Bastía. Mal anulado.

Barovero no tuvo trabajo. La zaga central jugó un partido correcto, también el jugador Mercado, quien se proyectó continuamente por la banda derecha. Mal partido de Vangioni, impreciso e irregular, partido satisfactorio de Ponzio, pésimo partido de Rojas ausente y errático, Carbonero fue el mejor de los once, con llegadas y centros peligrosos ejecutados a las espaldas de los defensores santafesinos, cumplió con un muy buen desempeño, El mejor partido desde que viste la casaca blanca y roja. Fabbro mantuvo el nivel que mostró en el encuentro frente a Belgrano de Córdoba, tuvo destellos de buen juego y algunas pelotas interesantes. Se lo ve un poco más metido en los partidos aunque con grandes lagunas aún. Todavía esperamos que aparezca el 10 tan buscado por Ramón. Al menos, parece ir asomando algo. Por su parte, Rodrigo Mora jugó un partido con intermitencias pero se le debe ponderar el gol lícito que marcó definiendo casi de rastrón pero con potencia hacia el palo más lejano del arquero, gol que finalmente fue mal anulado. La tarea de Teófilo Gutiérrez fue para el olvido, la que tuvo frente al arco la desperdició y después, hizo todo mal. El delantero colombiano sigue siendo una incógnita. Los delanteros no convierten, las jugadas que se concretan, son mal anuladas por los árbitros, y los eclipses lunares, siguen conspirando contra el equipo de la banda.

Traigan tequila, que la sal la llevamos nosotros.

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