River Plate empató cero a cero con Lanús en el Sur, en el partido de ida de cuartos de final de la Copa Sudamericana. Se jugó un típico partido copero, donde ninguno de los dos equipos arriesgó demasiado y se vio la firme intención de pelear cada pelota como si fuera la última.
Buen arbitraje de Trucco y eso, es noticia. En el balance final Lanús tuvo algunas chances más de convertir que el equipo millonario, pero los delanteros de ambas escuadras se encontraron con dos titanes bajo los palos. Un Barovero enorme que tapó absolutamente todo lo que le tiraron u un Marchesín iluminado.
Lo mejor de River estuvo en los primeros 20 minutos de juego, a partir de allí, volvió a ser el equipo dubitativo que todos conocemos. Se volvieron a desaprovechar tres pelotas claras de gol una Lanzini, de flojo partido, la otra Teo Gutiérrez, también de flojo partido y la última -en realidad más desafortunada que mal ejecutada- el cabezazo de Pezzella que sacó increíblemente el portero de Lanús.
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Barovero, la figura de River |
El punto más alto en el rendimiento del plantel millonario estuvo además de "Trapito" en su joven número 2, Pezzella, fue a trabar seguro y firme y estuvo siempre bien ubicado, también salvó un mano a mano increíble en el complemento.
Mercado tuvo una buena actuación, más preocupado por defender que por atacar, pero esforzado en dicha función. Mal partido de
Álvarez Balanta, se enredó muchas veces en las jugadas que le propusieron los delanteros del rival y perdió algunas pelotas que no eran complicadas.
Vangioni tampoco tuvo un buen partido, le costó mucho neutralizar los avances por su sector, no obstante es un jugador que entrega todo y eso siempre suma. Regular partido de
Ponzio, alternó buenas y malas pero más de las primeras, muchas malas entregas. Partido regular de
Kranevitter quien no superó la media de sus compañeros, lo de
Carbonero tampoco fue bueno, es un jugador ciclotímico al que le falta ese plus que se debe tener en este tipo de partidos. Mal partido de la
Lanzini, el juvenil de River sigue sin aparecer en los partidos chivos, la número 10 aún le pesa. Partido aceptable de
Andrada, teniendo en cuenta que Ramón le da funciones que exceden la de un típico goleador, el pibe se esfuerza y va a todas pero queda siempre reducida su actuación de cara al arco rival. El partido de
Teo tampoco fue bueno, hay que reconocerle sí, el carácter que les falta a muchos de sus compañeros, bastó observar el pedido encendido de adelantarse los 10 últimos minutos de el partido, lo quería ganar y eso no es poco, luchó muchas pelotas, la mayoría las perdió, no concretó una jugada de gol, lo salva la actitud.
River se fue con su arco en cero, pero el vaso vacío nos muestra también el cero en el arco rival. Este empate sin anotaciones
obliga al Más Grande de todos a salir a ganar en el Monumental. No queda margen para las especulaciones. El mellizo sabe que a River hay que convertirle y va a intentar un juego agresivo, River tiene que hacerle sentir el peso de la localía y de su camiseta...y la de su historia, nada más, y nada menos.
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