lunes, 25 de junio de 2012

Se acabó la pesadilla (River Plate 2 vs 0 Almirante Brown)

La expectativa, los nervios, la adrenalina. Todo se juntó el sábado. Todo y mucho más.

Los hinchas nos fuimos acercando al Monumental con sensaciones encontradas. El rally de los millones de hinchas haciendo F5 para reservar una entrada marcó el comienzo de la peregrinación. Colas interminables, idas y vueltas con suspensiones insólitas. Eran las 15h y todo estaba listo.

El ingreso al estadio estaba marcado por muchos más controles que los imaginables para un partido vs Almirante Brown de local. Cuatro partidos en simultáneo marcaban el ritmo cardíaco de los corazones riverplatenses. Allí estábamos todos los que pudimos conseguir entradas y los que se pudieron colar, que fueron muchos. Decenas de miles de hinchas agotando cada centímetro habilitado del Monumental para volver al lugar donde nunca deberíamos haber dejado de estar.

En las tribunas pocas banderas de más de 2x1 habían podido ingresar. No se veían las tradicionales de los hinchas y menos las de los políticos, salvo dos de Nuevos Dirigentes que vayan a saber cómo sortearon los controles. Globos, papelitos y mucho aliento cayeron como nunca desde las tribunas para recibir al equipo.

Jugamos el partido más esperado. En el primer tiempo, el equipo no gravitó, no llegó y preocupó más que ilusionar. Las llegadas del equipo fueron casi nulas y ninguna con peligro de gol. Mientras tanto, Vega tapó una pelota clave al inicio del partido que hubiese desencadenado una catarata de preocupaciones. Terminaba el primer tiempo y los hinchas nos preocupábamos. Hasta ese momento debíamos desempatar con Instituto que empataba el segundo lugar -ya que Quilmes ganaba y ascendía directo-.

Pero Almeyda movió las piezas. Puso a Funes Mori y Ocampos para darle al equipo el envión que le faltaba. Y los pibes, tantas veces criticados, no fallaron. Corrían como nunca, aguantaban las pelotas divididas como las últimas de su vida y tocaban con precisión. Y si River Plate juega bien, no es muy difícil que Trezeguet haga magia. Una pelota llovida que el francés no dejó ni tocar el piso. La agarró de aire, el arquero no pudo ni reaccionar y estalló el Monumental!

Los hinchas gritábamos el gol con la fuerza que se necesita para ahuyentar cualquier fantasma. El equipo reaccionaba, tocaba y controlaba el partido. Almirante Brown no gravitaba, no podía construir jugadas más que las oportunidades de pelota parada. Pero las noticias llegaban de las radios. Instituto y Rosario Central, que eran goleados, transmitían la tranquilidad que necesitaba el hincha, esa tranquilidad que evitaba murmullos ante pérdidas de pelotas infantiles. Todo era apoyo.

A River Plate Funes Mori le tenía una sorpresa. Muchas veces Almeyda había dicho que a Rogelio era uno de sus valuartes durante las prácticas y lo demostró aguantando una pelota, desbordando hasta el fondo y asegurando un gol con un toque atrás al compañero mejor ubicado para definir. Si, Trezeguet no tuvo más que empujarla con sobervia fuerza. Y ahí si, el grito de gol se llenó de lágrimas. Familias enteras abrazadas desahogándose del infierno que vivieron durante 363 días. Padres, hijos, abuelos, hermanos y, por qué no, desconocidos. El grito del desahogo más grande de nuestra historia era una realidad. River volvía al lugar donde nunca debió dejar de pertenecer. Los jóvenes por haber vivido sólo lo peor de la historia, los grandes porque entendían que ni los 18 años de sufrimiento se comparan con esto.

Y mientras terminaba el partido se veían las lágrimas de los referentes. Almeyda, Cavenaghi y hasta los pibes llenaban sus ojos de lágrimas. Ellos que habían vivido estas 38 fechas de adentro sacaban la angustia hacia afuera. Quizás algunos no puedan seguir, pero al menos los hinchas siempre les vamos a agradecer lo que hicieron. Almeyda por agarrar un hierro que sólo él sabía cuán caliente estaba y jugadores como Cavenaghi, Trezeguet, Dominguez o Ponzio que volvieron a tomar la posta de una tragedia que ellos no habían creado.

Se cumplió con la obligación. Se acabó la pesadilla.

1 comentario :

nicolas dijo...

Este plantel a sabido sobrellevar la mochila mas pesada , los hemos insultado alentado y todo lo q uno quiera ...
Creo q es ahora de sola agradecimiento a todos !!!