Todo termómetro en un partido pasa por lo que sucede en el sector del mediocampo. Y a pesar de haber arrancado ganando River el partido y sobre todo dominando a puro vértigo y con potencia en la ofensiva, la historia es otra cuando se habla donde Godoy Cruz no perdió nunca.
Primero por sus virtudes. Lértora, cortando rápido para enseguida distribuir y romper líneas. Fernández poniéndose más hoy el overol y luchando siempre con Carbonero. Y Castellani y Aquino jugando y desequilibrando a espaldas de los volantes, perjudicando a River en especial cuando el conjunto de Ramón sufrió la expulsión de Balanta en el segundo tiempo.
Pero también contribuyeron los defectos del Millonario. El más notorio fue el de la falta de una salida limpia y de las imprecisiones. Esta vez, la sociedad Ponzio-Kranevitter fue superada por la presión del rival y por la falta de precisión. Tampoco contribuyó el ingreso de Ledesma a los 30 del segundo tiempo, porque ya uno solo no podía solucionar un problema sobre todo colectivo. Y en las bandas, Carbonero tuvo una gran mejoría en ofensiva, pero sigue sin aportar en defensa, y más se sintió cuando para tapar su espacio el stopper se adelantaba para que no quedara tanto espacio. Porque Mercado lo puede hacer, se proyecta con pelota en movimiento. Pero Pezzella no, y ahí también se sentía cuando el equipo no lograba empezar con un juego claro y concreto. Mientras que Vangioni tuvo las mejores sociedades con Lanzini en ataque pero en modo defensivo siempre luchaba en inferioridad numérica. Y ahí perdía en su carril.
Hubo un equipo con intenciones concretas: hacerse dueño de la zona más transitada de un partido. Y sobre todo con la convicción de que teniendo la pelota, no iba a sufrir mayores sobresaltos. Pudo haber flaqueado en su objetivo, River pudo haber vulnerado una vez más el arco de Carranza. Pero no con un orden, sino en la desesperación de que el dominio y el eje del encuentro ya no le pertenecía hacía unos cuantos minutos.
Ah, una cosa más. Es importante también que el entorno River no pierda el eje tampoco. Es decir, no había necesidad de la agresión al rival con esa madera por haber anotado ellos un gol. Que River pueda ser sancionado ahora con la suspensión del estadio no es lo que precisamente el equipo necesita, sino a todo su público como local alentando. Y en el Antonio Vespucio Liberti.
por Matías Prado
2 comentarios :
y los refuerzos de don frio?
ja... cierto que en campaña se dice cualquier cosa.
solo trajo un gordito que hace un año no jugaba. para la gilada.
Lugano no para a nadie! a Saviola no le llega la pelota. Dalesandro y Aimar no dan un pase gol! ja. COMO NOS MINTIERON!
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