River Plate volvía a San Juan generando toda la expectativa y el furor que provoca en todos los puntos de la Argentina. Las entradas volaron, los hinchas se ilusionaron y el equipo no falló.
El trámite del partido se resolvió de forma simple. Ponzio volvió a jugar un partido para justificar su llegada al club cuando ya existían jugadores para esa función. Cavenaghi hizo olvidar la ausencia del Chori Dominguez con dos asistencias. Los Funes Mori se dieron el gusto de anotar en el mismo partido y Trezeguet volvió a sumar en la red con solo un puñado de minutos en cancha. El partido no representó un gran problema para el equipo.
Lo único que debería preocupar es que con pocas llegadas nos vuelven a anotar. Esto no es algo preocupante en una goleada, pero en un partido cerrado es muy probable que lo defina o cambie radicalmente el trámite. Llegan poco y River no los puede parar. Teléfono para Almeyda.
Mientras tanto, los hinchas nos ilusionamos con ver el fin de la pesadilla. Habrá que seguir en este rumbo. Se vienen partidos importantes pero no finales, como le dicen algunos colegas. Con la cabeza fría y el corazón caliente, el equipo no va a defraudarnos. Arrancamos nuevamente como en la primera ronda. Esperemos seguir por este rumbo.
miércoles, 29 de febrero de 2012
Desamparados 1 vs 4 River Plate: Igual que la primera ronda
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