Columna especial para Política en River - Tuve la suerte de conocer a Angel Cappa en el año 98. En aquellos años me desempeñaba como Director de Deportes del Multimedios America y ante la llegada del Mundial de Francia, se nos ocurrió ofrecerle participar en nuestras transmisiones junto a Miguel Simón, Juan Pablo Varsky y el resto del equipo.
Luego de ese mundial, Ángel asumiría por primera vez en Racing donde coronó una campaña aun recordada, con un equipo que juntó a Matute Morales, el Mago Capria y Diego Latorre.
Desde lo televisivo, debo decir con orgullo, que no nos equivocamos. Sus intervenciones fueron muy elogiadas hasta por los multimedios que eran nuestra competencia en la cobertura del Mundial.
Independientemente de lo profesional, el hecho me sirvió de excusa para conocer un ser humano excepcional, sano, honesto, futbolísticamente sabio y que respira "la nuestra" por los poros. Y cuando digo "la nuestra" no solo hablo del futbol argentino en general sino fundamentalmente la de nuestro amado River, muy en particular.
Sin alegarme derechos de vocero de sentimientos, puedo decir que al llegar a la Casa Blanca, Ángel está cumpliendo un sueño. Un sueño gigante que viene acompañado, en esta coyuntura, por un desafío titánico.
El club, desde lo institucional, deberá colaborar activamente con el proyecto. Todos sabemos de lo que estamos hablando: La conformación de un plantel acorde a la circunstancias. Un plantel que en manos de Ángel no solamente intentará dar 3 pases seguidos sino que tendrá enormes chances de potenciarse desde lo grupal e individual.
La tarea de un conductor es mensurable, entre otras tantas maneras, por su legado al partir y como muestra de su reciente paso por Huracán, bastaría recordar casos como los de Pastore, Defederico y los Bolatti. Al llegar al club los dos primeros alternaban el banco con la Reserva.Pude vivir de cerca ese paso por el Globo, ya marca indeleble de la historia a pesar de los Brazenas de turno y me queda el haber sido testigo de cómo una revolucion futbolera permitió al barrio, recuperar su identidad, su marca y su orgullo. Las veces que pude ir al Ducó, cuando nuestro fixture lo permitía, vi abuelos llorar de emoción, padres mostrándole a sus hijos que las leyendas de las que tanto le hablaban, revivían ahí, alambrado de por medio.
Todo eso lo generó él.
Verlo salir por el túnel del Monumental el sábado pasado fue muy movilizador. Sentí al verlo caminar hacia el banco más grande, que ese hombre llegaba al lugar que el destino le tenía reservado.Además, pensaba... se llama Ángel y seguro que, desde el cielo , su inmenso tocayo se estará ilusionando como esa San Martin respetuosa que lo conmovió con la bienvenida.
Desde el corazón, deseo que le vaya como él se merece y sueña. De ser así, todos volveremos a estar felices. En ese caso sentiré que nuestra historia y nuestra leyenda sumadas a la manera que tiene Ángel de sentir esto, ya no se deberán nada.
Por Matías Patanian
Vocal Titular de la Comisión Directiva - Bloque Minoría
Director de Aeropuertos Argentina 2000
3 comentarios :
Bien, esto suma y mucho.....
A los comentaristas:
No se permiten comentarios injuriantes ni injustificados del estilo "ladrón", "chorro", etc. Para ese fin está la justicia.
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