martes, 8 de septiembre de 2009

El legado de Aguilar (Los pibes de Central 2 vs River 1)

Cuando el otro día delirábamos en el Monumental, sabíamos que era una patriada. Y como tal, irrepetible. Esos momentos donde por un milagro todo cambia. Era el momento justo, la visagra para cambiar el rumbo.


Ni visagra, ni momento justo. River sigue siendo el mismo desastre. El arquero ataja las lógicas, nunca una difícil. La defensa es la mejor espectadora del ataque visitante. El medio contiene a las patadas pero no crea juego. El "volumen de juego" no existe en River. ¿Y qué se le puede pedir a los delanteros cuando la primer pelota dominada le llega a los 35 minutos del primer tiempo?Peligro no pueden crear. El problema del equipo es crónico. River no juega al fútbol, empuja.

Pero esto no es novedad. ¿Qué se le puede pedir a un equipo que hace 7 meses no gana de visitante? Salir campeón así más que una ilusión sería un milagro universal. Algo así como el milagro que tuvo Aguilar con su terrible déficit con la pesificación de las deudas y cuando le llovieron los millones del estado por la estatización de la televisación (ahora seguramente va a cargar contra Macri en breve y dirá que los medios son de derecha). Esos milagros en el césped no suceden.

Tanto es así que Aguilar está preparando su mejor legado. No sólo no llegó a ninguna final de la Libertadores en 8 años de mandato, nos dejó afuera en primera fase dos veces superando todos los records conocidos en nuestra historia (recordemos que el primero fue con el flamante candidato oficialista Passarella) sino que ahora va por más. En la próxima Libertadores Aguilar por fin no va a ser más presidente. Falta la frutilla del postre. Esta vez no nos vamos a clasificar directamente. Así es imposible.

Muchos estarán pensando que la actualidad de River se debe a los jugadores. Otros que es el cuerpo técnico. Algunos hasta dicen por lo bajo que con semejante vegestorio no se puede ganar nada. Señores, hoy tenemos lo que tenemos gracias a Aguilar y todos los que votaron sus decisiones más importantes como las de vender lotes de jugadores, la mayoría sin debutar o con menos de un año en primera. Vaya paradoja la de su candidato Quintás que se dice abanderado del futuro pero votó todas las ventas. En cualquier momento, rematan a los pibes en el mercado de liniers. Es Aguilar quien decidió que River iba a contratar a los que nadie conocía para tapar a los chicos. Hoy vemos los resultados.

Asi la próxima Libertadores la vemos por tv. Igual, para Aguilar todo es posible.

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