lunes, 20 de octubre de 2008

Un partido, un quiebre

Y un día River se partió. Ese grupo que puso mucho huevo para ganar el campeonato anterior parece que no existe más. Ya son varios los casos en los que los jugadores parecen "recordar" cómo se jugaba cuando se "va" un técnico. Simeone parece que dijo basta y dejó a los jugadores solos en el vestuario. Ni siquiera estuvo con ellos. En la conferencia de prensa se despachó diciendo que jugarán el miércoles los que "entiendan" que hay que poner


Coincido con él que hay varios jugadores que no estuvieron a la altura del clásico. Un clásico que nunca debió perderse. Y no digo esto porque fue sólo 0-1, sino porque los de enfrente no jugaron a nada. O mejor dicho, a lo de siempre: buscar el foul, centro y a ver si uno la mete. Pero ojo que también supieron tocarla entre ellos para hacer pasar el tiempo y aguantar el partido. River se les fue encima pero sin ideas. Seguimos extrañando la idea de que alguien (un 10?) arme una jugada de gol, un pase al vacío, un tiro interesante. 

Un detalle no menor y ya frecuente: a River le volvieron a hacer un gol de emboquillada. No será que el arquero es bajito? 

En fin, un partido más de los que boca nos gana jugando a nada. El problema es que solía salir del estadio maldiciendo las oportunidades perdidas y hoy no encuentro muchas para maldecir. 

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