sábado, 3 de mayo de 2008

Homenaje a Juan

Hoy estamos en la vigilia de ese acontecimiento que se espera todo el año. Hoy es Sábado y River mañana visita a boca. Muchos palpitamos ese momento desde el jueves a las 9.59am en donde nuestro dedo se preparó a correr la maratón contra el teléfono. Algunos ganaron y tienen su entrada, otros no, pero ninguno se va a perder este clásico. Ya sea en la cancha, desde la tv o desde la radio, nadie que tenga un corazón rojo y blanco se lo va a perder. Ni siquiera desde el cielo.

Ahí está Juan. Aquél que no se perdía un partido, aquel al que un día se le ocurrió que River es tan grande que podía copar la 9 de Julio y la Av. Libertador para demostrar que grande se nace, se vive y se demuestra. Y nadie lo iguala. Peleó contra el tiempo, contra sus obligaciones pero siempre estaba ahí con su bandera de Querandíes. Esa que estaba en cada cancha que la dejaba llegar el presupuesto y las obligaciones.

Fue una persona que, como pocos, dejó a un lado obligaciones y placeres para sacrificarse anónimamente por un River más grande sin esperar nada a cambio. Fue uno de los que junto a varias personas encarnaba Caravana Monumental, una de las agrupaciones más jóvenes de la vida institucional de River, una vida que crece día a día gracias a personas como él.

¿Quién no recuerda las fiestas del Monumental? Esas tenían una organización detrás, ahí también estaba Juan. Él se encargaba, junto a muchos otros, de buscar papeles, poner las cintas, lucharla día a día para que el domingo cuando los 11 pisen la cancha y miren a su alrededor inflen sus pechos sabiendo que están en el mejor club del mundo. Y así salgan a comerse a los rivales.

Así también lo hacían en la cancha de boca. ¿O quién no recuerda las fiestas de visitante en la boca? Esas que dejaban a los bosteros boquiabiertos. Fue uno de los que cuando las autoridades ponían restricciones, buscaban en su imaginación para volver a plantar la fiesta. Y así encontrar el Monumental pintado de nuestros colores y nuestra pasión.

Hoy seguro que desde su lugar estará nervioso, palpitando minuto a minuto la espera. Sentirá como todos que mañana es un día especial.

La expectativa es inmensa, como su amor por la camiseta. Su legado es un ejemplo de pasión y así lo demuestran cada una de las personas que lo conocieron.

A su familia y sus amigos este blogger quiere hacerles llegar el mayor de los respetos. Juan está junto a Angelito esperando el partido.

2 comentarios :

Unknown dijo...

Gracias por tus palabras.

Sacha dijo...

Muy lindas tus palabras. Juan va a estar siempre presente en el recuerdo de los hinchas de River.