jueves, 8 de noviembre de 2007

Sin agua es otro cantar

Hace un tiempo dijimos que habíamos perdido con Arsenal en su caja de zapatos porque la inundo la lluvia y River juega a la fútbol, no al waterpolo. Hoy el equipo lo reafirmó.

El equipo me gustó. Fue compacto, sólido y seguro. Presionó en todas las zonas, desde Rúben adelante hasta Gerlo atrás con la noticia de que las dos oportunidades de juego aéreo no las pudieron resolver los rivales. Una por la gran tapada de Carrizo, la otra porque se chocaron afortunadamente. River no produjo mucho pero tampoco se desordenó, que es muy importante.

Al final del partido muchos decían que no les convencía el resultado, que no metimos goles de visitante. Puede ser, pero la única verdad es que de local sólo vale ganar. Y si ganamos pasamos.

No creo que el pueblo millonario deje un lugar vacío. La cancha ya va a estar mejor y los jugadores con el suficiente descanso -pero sin Radamel-.

Todo está para pasar, depende de River. Pero también depende de vos, de tu aliento y corazón.

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