River Plate 1 vs Banfield 0: Almeydamania

Ayer River Plate salía a un Monumental repleto de ilusiones. El equipo jugaba un sábado por la noche y los hinchas le hacían saber a los jugadores que estaban para apoyarlos. Sabiendo que Estudiantes, el otro puntero, había dejado puntos en el camino la expectativa era enorme.

En el primer tiempo, como nos tiene acostumbrados River, el equipo salió a comerse al rival. Pero le duró poco hasta que Banfield, con mañas y haciendo tiempo en cada oportunidad que tuvo, enfrió el partido. River tocaba, circulaba la pelota, pero no era profundo en sus ataques. Al mismo tiempo tenía errores que podrían haber costado caros y un Carrizo que, ya a gusto de muchos en las tribunas, arriesga de más con la pelota en los pies.

El segundo tiempo empezó al revés. River entró perdido. No creaba y no llegaba. Buonanotte, de probrísimo rendimiento (fue el más mencionado como el peor del equipo en nuestra encuesta de Twitter) debería haber salido antes. Lamela se recostaba en una banda y nadie se hacía cargo del mediocampo. Nadie que no sea Almeyda, quien pelea todo lo que pasa por el círculo central y alrededores. Los hinchas, enloquecidos. Pero había algo más. Almeyda peleó una pelota hasta el final, como nos tiene acostumbrados, y esta vez se la iba a dejar servida a Pavone. Y el tanque, a sangre fría, liquidó al arquero de Banfield.

Después el partido fue otro. Banfield no hacía tiempo, River llegaba y lograba que el rival se desconcentre y después cerró el partido como nos tiene acostumbrados: con mucho toque y sufrimiento. ¿Pudo haber estirado la ventaja? Si, pero también tuvo errores que pudieron salir caros y un Carrizo que descolgó una pelota del ángulo.

Mientras el partido se iba y los hinchas cantaban en las buenas y en las malas además de pedir por el campeonato, Almeyda se iba ovacionado.

"Para el pelado, la selección!". Teléfono Checho, imaginate una final en el Monumental con Almeyda!